Diversas comunidades indígenas hicieron representaciones, historias y
leyendas sobre la Cruz del Sur y el Saco de Carbón y otras
constelaciones
cercanas a aquella constelación.
Los chiriguanos, una comunidad boliviana que también estuvo en nuestro
noroeste; los mocovíes de la zona del Chaco; los guaraníes y algunas
comunidades de Méjico, Bolivia, Australia e India, observaron la Cruz
del
Sur y dejaron testimonio de ella.
Había coincidencia en la interpretación que hacían en sus dibujos; en
general se le atribuye a una misma figura: el ñandú. Algunos cuentan que
es
la huella que va dejando y otras comunidades dicen que es la cabeza del
ñandú, excepto en Australia que la relacionan con el águila, animal
típico
de esa región.
En cuanto a una celebración especial destinada a la Cruz del Sur, en
Méjico
hay un día donde se la observa mejor, ya que no es tan fácil por estar
en el
Hemisferio Norte. Ese día es el 3 de mayo y lo toman como el día de la
Cruz;
también es el día del albañil y entonces relacionan todo, hacen una cruz
en
papel "crepe" y la dejan como ofrenda en la construcción que estén
levantando. Así -dicen- no se vendrá abajo.
Los mocovíes cuentan que el ñandú había sido perseguido por los perros
aquí
en la tierra y luego de tanto correr no lo alcanzaron, pero terminó
escalando al cielo para salvarse.
El Saco de Carbón es una nebulosa oscura muy evidente en el brazo
espiral de
nuestra galaxia y se encuentra en uno de los extremos de la Cruz: al
tener
mucho gas y polvo oscurece las estrellas que están detrás.