ARQUEOLOGIA CELESTE: USANDO FOSILES DE ESTRELLAS
MASIVAS PARA DESCIFRAR SU HISTORIA EN NUESTRA GALAXIA
No es arqueólogo
pero su trabajo en el campo de la astronomía lo ha llevado a
formar un equipo de astrónomos de diferente nacionalidad que
recientemente han descubierto un agujero negro con singulares
características. Justamente las que los ubica ante la
evidencia sólida de haber hallado un objeto muy pero muy viejo
de nuestra galaxia. Félix Mirabel visitó el
Observatorio Astronómico de la UNLP,institución donde
se recibió como doctor en astronomía. Allí contó
los detalles de la investigación que recientemente fuera
publicada en la prestigiosa revista Nature.
Nada puede escapar fuera
de él, ni siquiera la luz. De ahí su oscuro nombre.
Pero gracias a que el agujero negro estudiado se mueve junto a otra
estrella compañera -de la cual queda muy poco porque va siendo
devorada a cada instante por la gran fuerza de gravedad que ejerce
aquel objeto- se pudo observar a XTEJ1118+ 480.
El equipo de
investigadores liderado por el Dr. Mirabel utilizó
instrumental óptico, infrarrojo, de rayos gamma y rayos X.
Así, la combinación de telescopios terrestres y
satélites dio resultados soprendentes en este trabajo que se
inició por los ´90. Mirabel nos cuenta acerca de los
frutos de esta investigación
¿Qué es lo más novedoso de
este hallazgo?
La novedad es que
este agujero negro es el fósil de una estrella muy masiva que
se habría formado en las primeras épocas de evolución
de nuestra galaxia en regiones donde actualmente no se forman
estrellas masivas. O sea ésta es la primer evidencia sólida
que tenemos de erupciones de formación de estrellas muy
masivas en regiones de nuestra galaxia que están alejadas del
plano de la Vía Láctea, donde actulamente ya no se
forman estrellas masivas. Además se comporta de manera muy
distinta a los otros agujeros negros, en el sentido que tiene una
trayectoria similar a los objetos más antiguos de nuestra
galaxia, que son los cúmulos de estrellas con forma globular,
los cuales realizan trayectorias alrededor del centro de la galaxia
que no están contenidas en el plano de la Vía Láctea.
¿Cómo lo identificaron, cómo
surge la idea hacia dónde observar?
En general los
agujeros negros, como su propio nombre lo indica, no emiten luz y el
único modo de identificarlos es por el efecto que producen en
objetos cercanos por la atracción gravitacional, porque tienen
masa o por los efectos que producen en la luz que pasa cerca de
ellos. Debido a su masas curvan el espacio-tiempo y la luz que pasa
cerca de ellos realiza trayectorias curvas. Esos son los dos únicos
modos que tenemos de identificarlos y es por eso justamente que a
pesar que sospechanmos que deben haber diez millones de agujeros
negros en nuestra galaxia, en la actualidad solamente se conocen de
10 a 15 agujeros negros máximamente. El caso particular de
este objeto es que nosotros lo identificamos a partir de
observaciones realizadas por un satélite de la Nasa que
realiza relevamientos del cielo en rayos x. (satélite Rossie)
Cuando un agujero
negro adquiere materia ésta debe ir hacia una región
del espacio muy pequeña del orden de una decena de kilómetros,
que es el tamaño del horizonte alrededor de un agujero negro
de algunas masas solares. Esta materia, a medida que va hacia el
agujero negro, debe comprimirse al igual que cuando inflamos la goma
de una bicicleta: Al comprimir el aire y tratar de introducirlo a
través de un agujero muy pequeño el extremo del
inflador se calienta mucho. Aquí el agujero negro se calienta
a temperaturas tan altas que la materia emite radiación en
rayos X. Es así como se identifican estos agujeros negros.
A nosotros nos atrajo
la atención porque yo ya tenía un programa aprobado en
telescopios y observatorios terrestres para hacer el seguimiento
multifrecuencia de estos objetos.
También utilizaron placas tomadas desde
Monte Palomar, de larga data..
Cuando el año
pasado apareció este objeto, hicimos observaciones separadas
por dos meses y medio en radioondas, y determinamos su movimiento
propio, que luego se confirmó con medios ópticos. Para
esto último usamos fotos históricas de 43 años
atrás.
¿Vieron cosas que otros no observaron?
Esto sucede muy a
menudo en ciencia. A veces tenemos los datos, información que
pasa inadvertida a menos que la mente del investigador esté
preparada para advertir la singularidad o interés en ciertos
fenómenos. El ejemplo histórico más clásico
en la astronomía moderna es el descubrimiento de los pulsares.
Una vez descubiertos e identificados los radioastrónomos de
varios observatorios del mundo se dieron cuenta de que en sus
registros ya figuraban esos pulsares y habían pasado
inadvertidos; fueron interpretados como fenómenos de
interferencia terrestre.
En su charla hizo hincapié en la gente
joven, es habitual que usted trabaje con ellos?
Sí, creo que
es una gran oportunidad para la gente jóven la de realizar
este nuevo tipo de astronomía porque hay muchos instrumentos
que producen mucha información y en mi opinión en la
Argenrtina, los astronómos jovenes tienen una gran posibilidad
en el desarrollo o utilización de un observatorio virtual o
sea bases de datos que permitirán, con una gran dosis de
imaginación, poder realizar descubrimientos importantes sin
que necesariamente eso implique grandes inversiones financieras. Para
un país como el nuestro es una gran oportunidad la utilización
de estas bases de datos enormes que se están construyendo a
partir de observaciones satelitales y observatorios terrestres.
Cuéntenos un poco acerca de su grupo de
trabajo...
En realidad yo no
conozco personalmente a todos los componentes del equipo -en total
somos cinco personas- este es un tipo de investigación que se
realiza de más en más. Mi colaborador más
cercano es Irapuan Rodríguez de origen brasileño, él
sólo me conoce a mí y así pasa con otros, pero
nos mantenemos en comunicación y discutimos a través de
internet; obviamente hay una persona que sintetiza todo el trabajo y
en este caso soy yo. El trabajo lo inicié con un investigador
hindú que trabaja en EEUU y a medida que fuimos necesitando la
capacidad específica para trabajar en ciertas áreas y
avanzar en el trabajo, fui contactando los investigadores sin
conocerlos directamente. Lo hice a través de internet porque
conocía sus trabajos y así llegamos al trabajo
publicado recientemente en Nature.
Creo que el
desarrollo de la astronomía puede cumplir un rol muy
importante en la informática, en realidad ya lo ha cumplido.
Internet, de hecho, fue desarrollado por físicos y astrónomos.
Lo que llamamos astronomía virtual con el uso de bases de
datos, implicará la necesidad por parte de los astrónomos
de las áreas de la informática; hay una sinergia entre
astronomía e informática que se dará cada vez
más.
Mirabel, explíquenos por favor una
cuestión mencionada durante su charla: la ubicación de
este agujero negro en el halo de la galaxia...
Cuando miramos el
cielo a simple vista vemos que existe una especie de plano donde
tienden a concentrarse la mayor parte de las estrellas que llamamos
Vía Láctea. Es el plano de nuestra galaxia y la mayor
parte de las estrellas actualmente se forman en un disco que
llamamos el plano de la Vía Láctea. Pero nuestra
galaxia no siempre fue así. En sus orígenes y cuando se
fue colapsando el gas a partir del cual se formaron las estrellas por
la acción de la gravitación, se fueron formando unas
distribuciones más bien esféricas. A medida que pasó
el tiempo el gas se concentró en este disco que rota alrededor
del centro dinámico de nuestra galaxia. Este disco se fue
formando hace aproximadamente 7 mil millones de años. Sus
estrellas más viejas tienen esa edad .
Este agujero negro
con su estrella compañera -un sistema binario- sería el
fosil de un estrella muy masiva que se habría formado antes de
la formación del disco de nuestra galaxia. Es más vieja
que esos 7 mil millones de años. Es la impronta, la primer
evidencia sólida que tenemos de que estrellas muy masivas -
que son las que dejan cadáveres- son agujeros negros que se
formaron fuera del disco de la galaxia, en regiones donde ya no
observamos más estrellas masivas formándose. Esto es
porque todo el gas - es el combustible, la materia prima para la
formación de estrellas- ya se concentró en el plano de
la galaxia.
Cuéntenos brevemente, a pesar de lo
difícil de acotar su vasta actividad científica, cómo
surgió su interés por la astronomía.
Originariamente mi
interés por la astronomía fue secundario porque en
realidad era un elemento para poder hacer filosofía. Yo hice
una licenciatura en filosofía en la UBA y estudié
astronomía en la Universidad de La Plata, para conocer
ciencia. Ahí me fui interesando por la astronomia
progresivamnete. Luego vino el período de dictaduras militares
donde muchos profesores tenían compromisos con los gobiernos
de turno y no me interesaba hacer una tesis doctoral con ellos, así
es que me incliné hacia la astronomía que era más
"inocente" desde el punto de vista político. Hice mi
doctorado en La Plata y luego de 1976 me fui del país como
tantos otros. Estuve en Inglaterra dos años, luego en EEUU,
Francia y por último regresé a la Argentina, aunque
sigo conectado con todos los colegas con quienes trabajé en
mis años de diáspora.
¿Cómo ensambla su interés
inicial con la filosofía con este tipo de hallazgos que lo
involucran tan profundamente con casi los límites mismos del
Universo?
La filosofía
me dio un método para formular, para preguntar y para ir a las
cuestiones de índole fundamental. La filosofía es
esencialmente un andar en círculos e ir preguntando. Quizás
preguntas que uno jamás podrá responder pero lo que
importa es el andar. Eso es lo que me dio la filosofía como
método que aplico en mi trabajo científico.
Mi interés por
los agujeros negros se dio primero porque desde el punto de vista
físico son objetos muy simples, fueron una predicción
de la teoría de la relatividad general antes de ser
descubiertos en la realidad, en el Universo. Son objetos simples pero
también ir hacia un agujero negro es de alguna manera ir hacia
los límites del universo observable y hay muchas analogías
entre la observación de los orígenes del Universo,
hacia el Big Bang y ese ir hacia las cercanías del horizonte
de acontecimientos alrededor de un agujero negro. Es ir a los límites
del Universo también y personalmente, siempre he tenido la
tendencia de ir hacia las fronteras y transgredirlas.
Yo no nací en
Argentina, vine aquí como inmigrante desde el Uruguay y luego
tuve que emigrar a muchos lugares y adaptarme a diferentes
situaciones, a sobrevivir en el exterior durante 20 años con
las atronomía, lo cual no es fácil. O sea tengo una
atracción muy particular por ir más allás de los
límites, por el cruzamiento de culturas; hace a nuestra
historia de inmigrantes. Es el impulso del más allá de
las fronteras de nuestros antepasados.
Per. Alejandra Sofía
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